martes, 5 de septiembre de 2006

Desde el Congreso


Tal y como había prometido a la Asociación Legio VII voy a escribir algo sobre el Congreso, en un hueco en que me he escapado entre sesión y sesión. La verdad es que, como todos estos eventos, las sesiones van muy apretadas y no siempre se digiere todo lo que se expone lo bien que se debería.

De camino venía pensando en una de las últimas comunicaciones que me han dejado bastante pensativo y que va a tener su influencia en este mundillo de la “Reconstrucción Histórica”. El trabajo corresponde a un conocido nuestro, Joaquín Aurrecoechea que ha hecho una exposición sobre las loricas segmentatas de la península. O lo que es lo mismo, las armaduras de segmentos en Hispania.

En la actualidad, y tras los recientes hallazgos arqueológicos en el yacimiento germano de Kalkriese, existen tres tipos de corazas romanas de este tipo a las que se les da el nombre con el lugar de hallazgo. El tipo Kalkriese, el Corbridge y el Newstead que cubrirían un abanico temporal desde comienzos del siglo I dC hasta el siglo III, más o menos, sin que los investigadores ingleses, que son quienes han llevado tradicionalmente la batuta en esta materia piensen que lleguen al siglo IV, momento en que se representa a un infante romano bien diferente y casi irreconocible, como el de la imagen adjunta.

La investigación de piezas, mayoritariamente de yacimientos de la provincia de León, viene a modificar severamente las cronologías. Para empezar parece que en Astorga existen restos de una coraza del tipo Kalkriese, la más antigua y primitiva, de la que casi, casi acaba de conocerse su existencia.

En León existen piezas de los siguientes tipos. El Corbridge, de mediados del siglo I, momento en que tradicionalmente se creía que se había inventado esta protección corporal y cuya puesta en escena había tenido lugar en la conquista de Britania bajo el reinado de Claudio. Bueno, esta es una cuestión que hace tiempo se había rechazado, aunque mucho ojo con lo que leeís sobre el particular, sobre todo si la publicación tiene algo de tiempo. Digamos siete años. Pues bien, que sepáis que el yacimiento de León ya había dado muestras de estas corazas a mediados del siglo I, redundando en la imposibilidad de esta antigua afirmación.

Pero las sorpresas quedan por llegar. Los tipos de corazas de la época de la Legio VII (Corbridge y Newsted) parecen haber tenido, al menos en nuestro campamento legionario, otra evolución bien distinta de la que creían los investigadores británicos. Para empezar, ambas coexisten casi todo el siglo II sin que un modelo haya sustituido al otro de una forma clara en “un momento impreciso” del siglo II, eliminando una idea “evolucionista” que se venía aplicando y que parece demostrarse errónea a la luz de los hallazgos.

La segunda cuestión a mí, por lo menos, me produce bastante vértigo. Considera que las tradicionales loricae segmentatae del Alto Imperio no solo pervivieron a lo largo del siglo III, sino que siguieron en uso durante el siglo IV, y no “un poquito”, sino hasta por lo menos el 350 (como año de referencia). Todo ello avalado, por supuesto, con hallazgos de fragmentos de las corazas correspondientes.

Como comprenderéis no pude resistirme a preguntar a este investigador quien me amplió que los hallazgos de piezas de este tipo están bien fechados. Yo me fío también de estas cronologías puesto que conozco a los excavadores y su forma de trabajar. Y los hallazgos curiosamente ya no corresponden al campamento de León sino, agárrate, a las ciudades de Asturica Augusta y a Lancia, donde ciertamente, con anterioridad no había existido ejército y no hay posibilidad de argumentar tecnicismos que hagan dudar de las fechas. Y también se ha aludido a algunos hallazgos británicos a los que no se les había dado demasiado crédito.

¡Vaya bombazo!

Reconstrucionistas del Bajo Imperio: Atáos los machos e id pensando en cambiar de indumentaria…

Prometo continuar………

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