viernes, 14 de marzo de 2008

Los romanos de Semana Santa

Llegada la Semana Santa vamos a tratar el aspecto popular del "romano"

La imagen de los "romanos" en Semana Santa son consustaciales a la conmemoración de la pasión de Cristo por lo que es habitual ver numerosas representaciones acompañando pasos y escenas de la pasión en la totalidad de la península. Ello ha dado lugar a una amplia variedad iconográfica de "romanos" o más exactamente de legionarios romanos, que a pesar de la diversidad de atuendos, equipos y armamento son bien reconocibles por el público. Sin embargo, observados en detalle parecen componentes de culturas o paises distintos.

Existen varias fuentes que han conformado la imagen popular del "romano".


1- Históricamente, desde la Edad Media, los artistas "vistieron" a los romanos de las escenas religiosas como los soldados de su propia época, puesto que se pretendía que el pueblo identificara claramente a los personajes a través de su indumentaria. Un ejemplo leonés es la imagen de San Marcelo, patrono de la ciudad de León y centurión, que Gregorio Fernández, en el siglo XVII recrea como un oficial de los tercios.


2 - En el siglo XIX la concepción de siglos en el Arte cambia radicalmente debido a la difusión de dibujos y copias de relieves romanos, sobre todo de la Columna Trajana. Allí aparecen gran cantidad de legionarios romanos como en la imagen, que han sido el modelo adoptado para las representaciones sucesivas desde el siglo XIX hasta finales del siglo XX.


















Relieves de columna Trajana y sayón hacia los años 40

Por ejemplo la recreación de la coraza de láminas tiene una indudable herencia de los modelos trajaneos.

Desde los años 30 y sobre todo 40 el cine nos ha mostrado una buena cantidad de romanos con diferente indumentaria y detalle, aunque en esencia ha recogido la base de los relieves. La aportación del cine ha creado variantes y se añaden nuevos elementos genenalmente ornamentales con una finalidad plástica, más que buscando la fidelidad de los modelos.



















Una constante es la introducción de cascos con cimeras, más impactantes estéticamente, con arreglo a algunos relieves de tropas pretorianas o variables en las corazas.

Se asiste a un cambio en la imaginería de Semana Santa hacia los años 80 y 90 debido a su auge y la creación de nueva imaginería.En este momento se abandona la imagen tradicional y se adoptan nuevos modelos.

Existe una tendencia procedente de Andalucía, donde los romanos se han entendido de una forma bien distinta y nada que ver con la tradición a la que aludíamos.

En general se recoge la imagen cinematográfica, ya de por sí exagerada, y se ornamenta aún mas. Corazas doradas, a modo de "peto", los cascos que sustituyen las cimeras de pelo por grandes plumas y una tendencia añadir cualquier elemento, real o inventado, que conduzca a la vistosidad de las imágenes.
























Pero también hemos visto algunas imágenes que recuperan la iconografía tradicional y exploran en la documentación histórica y arqueológica. Son escasas, pero existen.

Nos ha llamado poderosamente la atención la siguiente:






















Hay una indudable la labor de "documentación" que ha incorporado un casco tipo itálico, caligae, "pilum" en lugar de lanzas, aunque con herencias de los romanos del siglo XIX, en la ejecución de las corazas de láminas al estilo de la Columna Trajana.

Y una última imagen:


Al margen de una ejecución menor también apreciamos su labor de documentación al incorporar un casco tipo coolus y balteus con faldellín. Aún así siguen representando corazas al estilo de la Columna Trajana, en este caso de cuero

lunes, 10 de marzo de 2008

NATALICIO DE LAS AGUILAS (3). El desenlace

La importancia de la insurreción de la Galia parece que no preocupó demasiado a Nerón, dado que era una provincia sin tropas. Sin embargo, la noticia del levantamiento de Galba encambio encolerizó al emperador, que veía propagarse la rebelión de forma preocupante por todos los territorios del occidente del Imperio.


A ello se unía un tercer aspirante al trono imperial, Clodius Macer, en el Norte de África que disponía de un ejército similar al hispano con una legión, algunas tropas auxiliares y una pequeña flota.


Para detener la amenaza, se movilizó a las legiones acantonadas en Germania, la IIII Macedonica, XXII Primigenia y XXI Rapax, junto a gran cantidad de unidades auxiliares, que se encaminaron a hacer frente a Vindex al norte de la Galia.

El enfrentamiento se produjo cerca de la ciudad de Vesontio, en torno al mes de mayo del 68 d.C., donde se impuso la superioridad del ejército regular a las tropas reclutadas entre las tribus galas, de las que se afirma perecieron 20.000 galos, así como el propio Vindex.


La derrota supuso un serio revés a las aspiraciones de Galba y quizá por este motivo se vió obligado a trasladar su cuartel general al

interior de la provincia Tarraconense, a la ciudad de Clunia (hoy cerca de Coruña del Conde, Burgos).





Maqueta del foro de Clunia


Esta posición le permitía tener tiempo para reaccionar ante dos amenazas inminentes, una en el caso de un desembarco de tropas en la costa mediterránea, bien procedentes de Italia o bien del norte de África. Y la otra, de las tropas de Germania que podían continuar su avance hacia el sur e intentar una invasión a través de los Pirineos. En este caso, evitaba quedarse aislado de la fuente de su aprovisionamiento financiero: las minas de oro, que permitía reunir aliados y reclutar tropas.


Tan próximo estaba el peligro que se ordenó fortificar la ciudad de Clunia y concentrar allí a sus tropas. El día 10 de junio entregó su águila a una nueva legión reclutada y organizó una serie de unidades auxiliares y formadas en un tiempo récord,

dos meses. De esta forma prácticamente duplicaba su ejército y se preparaba para una dura guerra civil, aunque la bisoñez de sus tropas no las hacía demasiado fiables.


Pero en Roma los acontecimientos se habían precipitado definitivamente. Nerón fue asesinado por el odio que había acumulado y el Senado y el Pueblo de Roma habían nombrado a Galba “emperador”. Aunque esto

ocurrió el 9 de junio, la noticia no llegaría a Clunia hasta el día 16 de junio por la larga distancia que debía recorrer.

La situación se había salvado, felizmente para Galba, en el último momento. De esta manera , se dirigó a Roma para tomar posesión del trono imperial, eso sí, acompañado de sus nuevas tropas hispanas, seguramente la legio VII llamada entonces Galbiana, a la que se atribuyen algunos desórdenes

en la capital del Imperio