Hace años nos hicimos eco de una noticia que nos parecía de bastante
interés para la historia, el arte...., y para la reconstrucción
histórica, como era la recuperación del color de la Columna Trajana:
http://legioseptima.blogspot.com.es/2008/04/la-columna-trajana-recupera-su-color.html
Las
obras de arte de la Antigüedad nos han llegado desprovistas de una
parte más que fundamental, como es el color, su policromía. ¿Alguien se
imagina ver el retablo de una iglesia sin sus dorados? ¿O ver la Virgen
del Camino (o cualquier otra imagen emblemática local) sin color? La
verdad es que no seríamos capaces de reconocerla, ni siquiera entenderíamos esas imágenes.
En el arte de la
Antigüedad la situación parte de la fascinación que ejerció desde los
siglos XVIII y XIX, cuando se pensó que la escultura debía ser blanca como el mármol en que estaban talladas. El motivo no es ni más ni menos que las
estatuas de Roma o de Pompeya ya habían perdido su color, así que era lógico pensar que siempre habían sido blancas. Y muchos
estudiosos incluso se emplearon a fondo limpiando la poca policromía que
quedaba en algunos casos.
Ahora las cosas han cambiado. Lógicamente. Las
restauraciones, hechas por profesionales, con bastantes medios técnicos y
mucho cuidado por los pequeños detalles, han permitido recuperar
información sobre el color de muchas escenas que lo habían perdido.
Fruto
del trabajo de restauración sobre la Columna Trajana salía una
información sobre un proyecto para recuperar el color. Y hace poco ha salido la publicación sobre el estudio de la policromía de la Columna Trajana.
El libro, en alemán, se titula Die Traianssäule in Rom: Dokumentation eines Krieges in Farbe, del autor Ritchie Pogorzelski, es un estudio de cómo debió ser originalmente este gran monumento.